somos dignos de temor, todos nosotros. basta que obtengamos un poco de poder para salir del clóset de la crueldad. somos viles y sádicos, unos pervertidos. somos el marqués de sade y calígula juntos, somos hitler, somos bush y saddam, pero lo negamos, tratamos de esconderlo dándole una moneda al niño que se acerca con cara de tristeza ensayadísima a nuestra mesa en equis restaurante de la condesa. maquillamos nuestra maldad donando unos cuantos pesos (sin querer) en el cajero automático. es parte de nosotros negar nuestra naturaleza, azotarnos con un “deber ser” que nunca lograremos.
basta que alguien que no nos gusta se enamore de nosotros para dar una muestra de nuestro sadismo, para usar “el látigo del desprecio”, para cogértelos sin sentir nada, somos desgarradoramente honestos entonces, tenemos al otro en la palma de la mano, le decimos cosas terribles y sin tacto, “no me gustas por esto” y le damos una lista de defectos atroces, olvidamos cuando alguien más nos ha tenido así o lo recordamos tanto que buscamos venganza en dóciles e inocentes personajes nuevos.
eso con una miserable prueba de interés. ¿qué habrá sido entonces ser un césar?, ¿qué haríamos si fueramos dueños del mundo?, ¿qué harías tú?
pero no somos ricos ni poderosos, somos clasemedieros, ciudadanos decentes a la fuerza porque no tenemos los medios para cumplir nuestras fantasías. estamos obligados a ser buenas personas hasta que un poco de poder se nos presenta y entonces aprovechamos para alargar un trámite, para no pagar una cuenta, para escupir en el platillo del comensal fastidioso, para lastimar mucho o poco por el puro placer de hacerlo y nada más.
y podemos ser buenos también, como teresa de calcuta y como gandhi y muchos otros, pero seamos francos ¿a alguien le interesa ser un mártir?
acepto que a mi ya no.
so, gimme, gimme, gimme todo el poder, so i can come around to joder.
[gimme the power, molotov]
2 Comments so far
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my own personal soundtrack 
a mí sí. ser mártir es la última humillación personal, el máximo rebajamiento.
Comment by alonso ruvalcaba January 9, 2010 @ 12:50 amyo me rendí. demasiada humillación en ese puesto. si algo o alguien vuelve a inspirarme,le retomaré la pasión a eso. mientras, calígula. hay que disfrutar un poco cuando se puede. el martirio siempre vuelve.
Comment by mon January 9, 2010 @ 11:34 am